viernes, 13 de agosto de 2010

Legalización de las drogas: La estrategia

Recientemente se abrió en el Congreso de la Unión de nuestro país el increíble debate sobre la legalización de las drogas, su producción, distribución y consumo.
Este debate se abrió en virtud de la “guerra contra el narcotráfico” en México, campaña de nuestro presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, como base de la estrategia para eliminar el problema de la violencia causada por los cárteles que dirigen el “negocio” de las drogas en nuestro país, e incluso llevando esta empresa hasta el extranjero.

Aparte del obvio problema del exceso de violencia que causa una guerra abierta contra los narcotraficantes, como si agitáramos un avispero, y de las constantes escaramuzas entre militares, narcos y sicarios, está el claro, pero al parecer olvidado, asunto de las drogas per se; el problema de salud pública que significa el tráfico de drogas, que invariablemente conlleva el consumo de las mismas por la población civil mexicana.

Si bien el debate es sobre el permitir la producción, distribución y consumo de sustancias nocivas para la salud, el objetivo es quitarle fuerza a los cárteles y sacudir toda la estructura y organización del narcotráfico, que si bien es ilegal, está muy organizado. La legalización de las drogas conllevaría muchos más cambios de los aparentes, y esto hace que el debate no sea nada sencillo. Para analizarlo podemos partir de muchos lados, empecemos por el aspecto del consumo: al legalizar estas sustancias se permitirá el consumo de estas por los particulares; se tendría que considerar no solamente qué drogas deberían permitirse, sino la cantidad y los lugares donde se permitiría su uso. Sería correcto suponer que si el consumo de alcohol o cigarrillos, sustancias nocivas legales, son limitadas en su uso, también lo sería estas nuevas drogas legales; tendrían que crearse nuevas normas de fiscalización para los lugares de encuentro social, tales como antros, discos, bares, restaurantes, nuevas señalizaciones y cambios a los reglamentos de tránsito y vialidad, entre otros asuntos.

Sobre el asunto de la distribución a los individuos es muy curioso, es decir, ¿se venderían cigarrillos de marihuana de la misma manera que cigarrillos de tabaco? ¿las drogas líquidas estarían en una zona diferente del supermercado y sólo se venderían hasta las 7pm? La cantidad que se permitiría por paquete o por persona sería un asunto importante, o ¿se debería dejar bajo el criterio de la misma persona, de la manera que se hace con el alcohol?; es probable que incluso se desarrollen campañas publicitarias para los nuevos productos ¿cómo deberían ser reguladas?.

El asunto principal y quizá el de mayor relevancia es el de la producción, y es aquí donde se podría sacudir la estructura del narcotráfico: la producción de las drogas sería permitida, por lo tanto regulada por el gobierno a manera de comercio regular, y he aquí la cuestión más crítica: ¿los cárteles pagarían impuestos? ¿serían regulados por fiscalización? ¿se volverían una empresa mercantil más como la Coca Cola, Grupo Modelo o Marlboro?
Este cambio radical sacudiría, teóricamente, la violencia causada por los cárteles en nuestro país, es decir, cómo puede haber violencia si es causada por la distribución y producción de una sustancia ilegal y que tiene que ser distribuida por cualquier medio para pasar bajo la mirada de las autoridades, si de repente estas drogas ya no son ilegales; ya no habría necesidad de esconder la droga de las autoridades, no sería necesario esconderse para producirla ni mucho menos tener que romperle las rodillas al narcomenudista por no cubrir la cuota establecida.

Siguiendo esta linea de pensamiento ya no habría distribuidores muertos por fallar con los encargos, bastaría con despedirlo; no habría clientes muertos por no pagar sus deudas, sino habría asuntos mercantiles en los juzgados; dejaría de haber escaramuzas entre policías federales y ejército contra narcotraficantes, estos conflictos quedarían en el pasado al ser las drogas legales ahora.

Si lo vemos de esa manera suena a que sería todo bello y pacífico, la estrategia podría funcionar, pero el debate no puede terminar ahí, ¿realmente la solución al problema de la violencia se puede solucionar promoviendo el problema de salud pública? ¿qué otros problemas podría acarrear esta medida? Además el problema de la violencia en México no se limita a ejército contra narco, también abarca la cuestión de los “zetas”, los sicarios, los extorsionadores, los policías corruptos, el tráfico de armas y muchas otras cuestiones que la legalización de las drogas no corrige.

¿Realmente podríamos llegar al nivel de Holanda o los países desarrollados en temas de drogas y otras cuestiones que aquí se consideran ilegales? El asunto es que ellos no tienen el mismo problema de violencia, su economía es fuerte y la cultura de esos lugares es amplia y abierta, son demasiadas cuestiones como para considerar tomar el ejemplo de otra nación. La estrategia de nuestro gobierno deberá abarcar más que simplemente legalizar las drogas o matarlos a todos, como parece ser la estrategia actual. La muerte de las personas no es una solución que se busque en el Estado de Derecho, la respuesta a nuestro problema debe ser integral y completa, pero sobre todo, bien pensada, las muertes deben evitarse al mismo tiempo que asegurar el bienestar de la población en general.

Entonces el debate queda en el aire y finalmente les dejo el tema tan amplio y con tantas cosas para considerar en sus propias mentes y círculos sociales, piensen en las posibilidades y dejen volar sus mentes y quizá, espero de todo corazón, que encontremos la solución a este problema que al parecer las autoridades no están logrando. No podemos dejar esto en manos del gobierno únicamente. México es nuestro y así como el deber de mejorarlo.
Daniel López Revelez 13-Agosto-2010

2 comentarios:

  1. Sabes ya había pensado en parte de lo que expones, aqui, pero realmente da miedo de lo que pueda pasar con todo este asunto.

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  2. Un problema muy grande q vendría con la legalización de las drogas en méxico, además de la corrupción de las instituciones que regularían las drogas, tambien el punto estratégico de distribución donde se localiza México. Es decir, si actualmente es un punto importante de distribución, si se llega a legalizar la producción de drogas, entonces de aqui saldrán muchas más drogas a otros lugares como Estados Unidos, etc.

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